lunes, 18 de junio de 2012

EN NEPTUNO NO QUEDAN TORREZNOS...


El Sistema Solar...
Es imposible mencionarlo sin que vengan a mi cabeza, en estampida, reflexiones vitales de todo tipo cabalgando sobre muy diversas cuestiones, ¿cómo se creó todo?, ¿qué nos deparará?, ¿descifraremos sus misterios?, ¿podremos terraformar alguno de nuestros planetas vecinos antes de que sea tarde?, ¿hay vida, aunque sea microbiana, en alguno de sus rincones?, ¿cual es su sentido?, ¿cual nuestro papel en todo este engranje universal?, etcétera... Sin embargo, este post no va a tocar ninguno de esas cuestiones ahora, porque sería demasiado largo y prefiero tratarlo más adelante. El viaje que propongo va a ser mucho más rápido, certero, intuitivo, visual  y simple.
¿Realmente soy consciente de las magnitudes de las que hablamos cuando nos referimos al Universo, no en cuanto a cantidad y diversidad de cuerpos celestes, que es obvio, sino en cuanto a las enormes distancias entre los objetos que lo forman? Creo que a veces se escapa a mi comprensión…
A ver si entiendo la idea, el Universo está compuesto por cientos de miles de millones de galaxias. Cada galaxia está formada por centenares de miles de millones de estrellas. Vamos a ahondar un poco más, acercamos más el teleobjetivo imaginario de este post y así podemos escoger una de esas galaxias, casualmente la nuestra, la Vía Láctea, el Camino de Leche que llamaron los romanos, leche derramada del pecho de la Diosa Hera, según los griegos
Sit. del Sol en la Vía Láctea.

Desde el centro de nuestra galaxia, deberíamos desplazarnos 27.000 años luz aproximadamente (posee un diámetro de 100.000 años luz) en línea recta en dirección al brazo de Orión, (que forma parte del Brazo de Sagitario) para poder localizar el área donde se encuentra nuestro Sistema Solar, como una gota minúscula en un inmenso océano de estrellas.
Ante nosotros, y separado  “solamente” por 4,37 años-luz  (41,3 billones de Km) del Sistema Binario Alfa Centauro, aparecería un Sistema Planetario, el nuestro, compuesto por 8 planetas según los más rigurosos, 9 planetas según los más románticos.
 Y aquí es donde comienza nuestro “pequeño” viaje. Si hemos estado pensando en las anteriores distancias, el Sistema Solar se nos debe antojar muy pequeño y quizá lo sea, quizá no, echemos un vistazo…
Para tal fin he elaborado una simple hoja de cálculo en Excel, donde tenemos los diámetros de los planetas y del Sol, y la distancia desde cada uno de ellos al Astro Rey. Con unas simples multiplicaciones podemos modelar a escala el Sistema Solar, ampliando o reduciendo sus medidas a nuestro antojo, guardando las proporciones y tomando como base estándar para dichos cálculos, el diámetro del Sol.
Nada nuevo, pero tampoco lo pretendo.
El Astro Rey.
Sigamos con los problemas que hemos encontrado en la comparación. Dada la diferencia de tamaño entre los objetos del Sistema Solar, habría que encontrar una medida que nos fuese fácil tener en mente, es decir, si equiparamos el Sol con una manzana, los planetas serían como moléculas, con lo que se nos escapa de nuestra percepción por tener tamaños mínimos. Si por el contrario, escalamos el diámetro del Sol al Everest (unos 8 km aprox.), sabríamos de lo que hablamos, pero también se nos escaparía de nuestra percepción, por máximos. Yo no he estado en el Himalaya, y aunque conozco el Everest por fotos, creo que no me voy a hacer una idea de lo impresionante que es aquello hasta que no esté allí y lo vea con mis propios ojos, y por eso, tampoco tendré una imagen real de la comparación. De ahí la necesidad de encontrar alguna medida de comparación que permanezca en la cabeza y que no se nos escape, ni por mínimos, ni por máximos, y que además fuese común para la mayoría de personas.
He barajado varias medidas, pero por la que me decanto en este momento es por equiparar el diámetro del Astro Rey a la altura de un edificio. Todos los hemos visto, todos tenemos una casa, donde quiera que vayamos los vemos, son una constante en los perfiles urbanos de nuestro día a día.
Edif. Telefónica (Gran Vía, Madrid).
Me he decantado por un edificio en particular, como buen gato que soy, tenía que ser de la capital, no tanto por un motivo de centralismo, sino por un motivo de facilidad, al ser la capital de España, tiene más probabilidad de que haya sido visto por mayor número de personas. Es uno de esos edificios al lado del cual seguro has paseado a pie o en coche, si vives en Madrid o si alguna vez has estado de visita por la Villa, es la imagen de la Gran Vía, el Edificio de Telefónica, el primer rascacielos de Madrid y según algunos, de Europa. 
Si supusiésemos que el Sol a escala que proponemos, estuviese colocado en la Gran Vía, con un diámetro exactamente igual a los 88 metros de altura de dicho edificio, nos encontraríamos con la siguiente imagen de nuestro Sistema Solar:
Mercurio:
Sería una bola de 30,66 cm, situado a 3,65 Km del Edificio Telefónica. Es decir, este planeta, el más cercano al Sol, con temperaturas que varían entre los 350 ºC por el día y los -170 ºC por la noche, sería en nuestro modelo, como una maceta media, de las que utilizamos para plantar un tronco de Brasil en nuestra terraza.   


Venus:
Este planeta, portador de un brutal efecto invernadero, tendría un diámetro de 76,05 cm y estaría a 6,79 Km de nuestro particular Sol


 

Tierra: 
Con un tamaño ligeramente superior al de Venus, nuestro planeta azul, cuna de toda vida conocida, quedaría como una esfera de 80,18 cm y a una distancia de 9,43 Km de nuestro “Edificio Rey”.
 

 Marte:
 El Planeta Rojo, con casi la mitad de tamaño que la Tierra, tendría unas dimensiones de 42,66 cm y estaría distanciado del Sol en la friolera de 14,33 Km. 


Júpiter:
Con este cuerpo celeste, las medidas se incrementan drásticamente. Teniendo poco más de la mitad de diámetro que la Estrella tipo enana roja, “Próxima Centauri” (la estrella más cercana al Sol en este momento), este Gigante Gaseoso  tendría en nuestro modelo a escala, un tamaño de unos 8,98 metros (ya no cm), y se situaría a una órbita media de 48,90 Km del edificio de Telefónica.



Saturno:
¡¡Adiós Madrid!! Y es que Saturno, con sus anillos, sería una esfera de 7,57 metros y una distancia al Sol a escala, de 89,82 Km, lo que lo sitúa, si por ejemplo utilizásemos la autopista A-3*, a las afueras de Madrid, ya en la provincia de Cuenca.



* A-3: Autopista  Madrid – Valencia. Utilizo esta autopista, porque mis idas y venidas a Alicante hacen que sea la que mejor conozco y la que más veces he recorrido en mi vida.

Urano:
Este gigante helado, que alberga la atmósfera planetaria más fría del Sistema Solar (-224 ºC) y unos vientos que pueden llegar a 900 Km/h, tendría el aspecto de una bola pulida de 3,21 metros, y estaría alejado del edificio de Telefónica 180,40 km (entre Motilla del Palancar y las Pedroñeras, es decir, si estuviésemos en la A-3, seguimos un poco más y nos tomamos unos torreznos en el "Juanito" de camino a Neptuno).


Neptuno:
El Dios romano del Mar, uno de los denominados planetas exteriores, descubierto mediante cálculos matemáticos, no mediante observación directa (aunque Galileo lo divisó anteriormente, lo confundió con una estrella) y que ostenta el record de ser el planeta con los vientos más fuertes del Sistema Solar, no pasaría de ser una esfera de 3,11 metros (muy parecida a Urano), pero con una distancia al edificio de Telefónica, nuestro Sol a escala, de 282,92 Km, en la frontera, no del espacio conocido, sino entre Albacete y Alicante.

Plutón:
...“Última estación: ¡Plutón – Termino!” 
Si, efectivamente, soy un romántico, incluyo a Plutón como planeta. Con sus 4 satélites, este planeta enano tendría un tamaño de 14 cm (nos olvidamos de metros de nuevo) y estaría a 370,86 Km del edificio de Telefónica en Gran Vía.


Resumiendo...
Es decir, cuando lanzamos un satélite artificial hacia alguno de los planetas de nuestro Sistema Solar, por ejemplo este último, Plutón, sería como si desde el edificio de Telefónica, algo infinitesimal (nosotros), como átomos quizá (me niego a calcularlo), lanzase a su vez algo también infinitesimal (satélite artificial), y le tuviese que acertar a un objeto de 14 cm de diámetro (una esfera 1,5 veces el tamaño de una pelota de tenis), situada a 370,85 Km (prácticamente en Molina de Segura (Murcia), según nuestro modelo a escala), salvando variables como su correspondiente movimiento orbital, aparte de numerosos obstáculos (meteoritos, radiaciones, polvo estelar, electrónica, energía,  etc.)…¡y lo hemos hecho!

¿Me dice algo todo ésto? La verdad… demasiado.

Oigo susurros de grandeza, de lo fabuloso del ser humano en todo su potencial. Cómo algo tan minúsculo e imperceptible como el Hombre, si lo ponemos en contexto de todo lo que abarca nuestra Galaxia o el Universo mismo, puede resultar ser tan grandioso, tan capaz, con tanto potencial, tenacidad y adaptabilidad para superar barreras, utilizar y comprender su entorno. El Universo dio forma a un Ser con capacidad para dejar su Huella por donde vaya, ¿pero qué clase de huella?

Una que sin duda, merece un análisis crítico y una entrada con voz propia en iKaizen...


sábado, 26 de mayo de 2012

INTRO.


¿Un blog? ¿Y para qué quiero yo un blog?
Yo, que no tengo ni Facebook, he usado un par de veces Twitter  y la cuenta en Instagram que poseo es para compartir con los conocidos 2 ó 3 fotos destacables de vez en cuando…  Éste último es divertido, le falta mucho por mejorar, pero te permite fantasear con fotos de calidad mediante los efectos que tiene; Twitter creo que puede ser el más profesional de los mencionados, nos permite ser reporteros, creando titulares impactantes o frases que sean de lo más ingenioso o inteligente para lectura de tus seguidores; y Facebook… ¿qué decir de Facebook? Por lo que he visto, enseguida pasa de ser un lugar de reencuentro momentáneo con gente del pasado, una revista con los highlights pasajeros en la vida de tus contactos, a un escaparate donde dar rienda suelta al ego más hondo, a una especie de Barrio Rojo de lo personal, a un altavoz para el Yo.
Lo respeto, pero no lo comparto, no soy uno de los 400 millones de usuarios que tiene, pero sí de los 5.600 millones de personas que no lo utilizan,  lo respeto pero no lo uso… por ahora.
¿Por ahora? Si, por ahora. No soy de Pepsi ni de Coca-Cola, no soy de BMW ni de Mercedes, ni de izquierdas ni de derechas, no soy “pro” ni “anti” todo. Soy de mi familia, de mis amigos, de mi entorno, de luchar cuando hay objetivos que lo merecen, de divertirme hasta el final, soy de la lógica, de las cosas bien hechas, de las ganas de mejorar, soy de Kaizen, soy de crearme mis propios caminos, soy de la vida, del amor y de la voluntad.
¿Me convierte esta afirmación en Contrario a la tecnología? Creo que todo lo contrario, desarrollo programas cuando puedo, en la medida que mis conocimientos me permiten, adoro la innovación y el desarrollo a todos los niveles.
Entonces, ¿Contrario a las modas? La revolución tecnológica que tenemos la suerte de experimentar, no es una moda y no es pasajera, ha venido para quedarse, lo aceptemos o no. Me gusta pensar que no soy contrario a las modas, sino que decido qué es lo que me aporta más, le abro las puertas y lo erijo como mío.
Entonces, ¿para qué quiero un blog? He tenido que detenerme en ésto bastante mientras me abría la cuenta en blogspot. ¿Qué voy persiguiendo con todo ésto? ¿Es parte del ego que he criticado anteriormente?,  ¿necesito lectores para aumentar mi estabilidad emocional?, ¿para iniciar un negocio?,  ¿simular otro “yo” más cosmopolita, con más carga interior?, ¿mostrarme a los demás?, ¿necesidad de sentir que tengo algo propio, personal, una creación rápida, pero creación al fin y al cabo?, o ¿es que soy poseedor de algún conocimiento magistral que me convierta en maestro de algo y que necesite compartir con alguien?
La respuesta que he obtenido dándole vueltas me permite continuar con este pequeño y  nuevo proyecto. Este blog es una herramienta, una navaja suiza para temas de muy variada índole, incluso dispersos en algún momento, pero que forman parte de mis intereses.
Una herramienta para mi uso y disfrute, en la que cualquiera que caiga por aquí será siempre bienvenido para comentar, corregir, criticar o aplaudir. Pero como herramienta, forma parte de una acción mayor para mis intereses, inquietudes y gustos, y éstos, serán geniales, dignos de alabanza, éticos, estéticos, o todo lo contrario, pero son míos y quiero compartirlo con vosotros.

Bienvenido a iKaizen.

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